PONLE CORAZON A TUS DISCURSOS

"Si quiere recoger miel, no de puntapiés a la colmena", con este adagio comienza Dale Carnegie el primer capítulo de su libro "Cómo ganar amigos e influir sobre las personas".

Como líderes debemos ponerle más corazón a los discursos que damos, es decir, tocar más emociones sinceras que salgan de lo profundo de nuestro ser, pues puede resultar muy fácil, pero inutil hablar de mente a mente, pues las personas tomamos decisiones con el corazón, llevados por las emociones que percibimos.

Nuestras palabras deben ser sinceras y transmitir la pasión que sentimos al expresarnos; es fácil perderse en la lógica del discurso, sin embargo el contenido emocional en las decisiones tiene mayor peso. Recuerda estas tres reglas de Carnegie:

Regla 1: No critique, no condene ni se queje.

Regla 2: Demuestre aprecio honrado y sincero.

Regla 3: Despierte en los demás un deseo vehemente.

Debemos ser asertivos con nuestro público a la hora de manifestar nuestro punto de vista en los discursos que damos, cuando tratamos de imponer nuestras ideas, por lógicas que parezcan, debemos respetar el punto de vista de las personas a quienes nos dirigimos.

Tomemos el ejemplo de Ghandi, quien dijo "Hay causas por las que estoy dispuesto a morir, pero ninguna causa por la que esté dispuesto a matar".

Otro gran ejemplo es la madre Teresa de Calcuta, a quien la invitaron a un mitin contra la guerra, mismo al que se negó a asistir indicando que ella estaría dispuesta a ir si este mitin fuese por la paz.

Son incontables los ejemplos de grandes líderes que no brillaban precisamente por su elocuencia, sino que ellos transmitían las emociones del corazón y lograron mover grandes masas.

Para transmitir creencia y lograr que otras personas se sumen a nuestras causas, primero debemos creer nosotros mismos y estar plenamente convencidos de nuestros proyectos. La conexión emocional es la más importante y para ello busca puntos de encuentro con tu audiencia.

Otro elemento importante para conectar con tu audiencia es la sonrisa, pues no cuesta nada esbozarla pero crea mucho a la hora tocar emociones.

En conclusión, debes ocuparte más de transmitir emociones que por darle un perfecto sentido lógico a tu discurso para conseguir la anuencia de tu audiencia.

Si este artículo fue de valor, compártelo en tus redes sociales.

CURSO GRATIS (7 VIDEOS EN MESSENGER)

EMPRENDIENDO EN TIEMPOS DIFICILES