¿POR QUE LOS RICOS SE HACEN RICOS?
- Ing. Alejandro Antelo Saucedo
- 24 jun 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 28 mar 2021

¿Cómo consiguen los ricos ser ricos?
Es una buena pregunta.
Veamos un poco de la filosofía extraída de Kiyosaki. Más de una vez habrás escuchado hablar de los activos, pero en este artículo veremos con detalle qué son y por qué son tan importantes para la gente rica, y por lo tanto, por qué son también muy importantes para ti.
De hecho, se podría decir que los activos son la auténtica piedra filosofal.
Entender qué es un activo y comprender la importancia que tienen para tu economía personal puede cambiar tu vida para siempre.
Los activos son el Santo Grial de la riqueza personal. Así que vamos a verlo.
¿Qué es un activo empresarial?
En el mundo empresarial se llama activo a todo lo que tiene valor.
Las fábricas, los locales, los vehículos, las patentes, las redes de distribución, las marcas, la maquinaria… Todo eso dentro de las cuentas una empresa se llaman activos. Son cosas que tienen un valor y podrían ser vendidas para conseguir liquidez.
Pero vamos a ver que lo que puede ser un activo para una empresa no tiene por qué ser un activo para ti.
Los activos personales
Teniendo en cuenta la explicación anterior, puedes pensar que tus activos propios serían tu casa, tu coche, tus muebles, tus electrodomésticos, tus joyas…
Sin embargo, vamos a ver que, aunque todas esta cosas tienen un valor, realmente a ti no te interesan. De hecho, muchos de los activos nombrados no son realmente activos, son pasivos.
Comprender esta sutil diferencia con los activos es fundamental para entender el secreto de la riqueza.
Los activos que realmente te hacen rico
Saber que activos son los que te interesan y cuales son los que realmente te van a hacer rico es algo muy sencillo.
Solo tienes que entender una cosa:
Si te da dinero, es un activo. Si no te da dinero, no lo es.
Así de simple.
Entonces, ¿tu casa es un activo? ¿Tu casa te da dinero? No. Tu casa no te da dinero. De hecho, tu casa te quita dinero (impuestos, mantenimiento…)
¿Es tu coche un activo? No, no lo es. Tu coche te quita dinero (Seguro, mantenimiento, averías, impuestos…)
¿Tus muebles y electrodomésticos te dan dinero? Tampoco. Pero en este caso tampoco te quitan mucho, en todo caso solo por averías.
¿Y tus joyas? No son un activo tampoco. Son algo de valor intrínseco e incluso puede que creciente, pero no son un activo ya que no te proporcionan un flujo de dinero.
Ninguna de estas cosas generan dinero para tu bolsillo; por lo tanto, no son activos, de hecho, muchas de ellas son pasivos, porque te quitan dinero.
¡Primero los activos, luego los lujos!
Usemos una historia leída en una página de finanzas para entender mejor.
Una chica tuvo que abandonar la universidad en el primer año porque sus padres ya no pudieron seguir pagando la pensión. La verdad es que parece que la señorita en cuestión no quería seguir estudiando porque cuando hay voluntad, los medios aparecen.
La chica dejó la universidad y consiguió trabajó como asistente en un almacén. Y así es como empezó a ganar su propio dinero. Entonces, con sus 19 años, se sentía una mujer más independiente y adulta.
Los problemas llegaron después, cuando empezó a pasarle lo mismo que le pasa a quienes adolecen de los más elementales criterios financieros: la chica se empezó a endeudar. Gasto por aquí, gasto por allá, nada de ahorro. Ella vivía un exceso de confianza y no advertía que poco a poco estaba cayendo en la carrera del hamster. Ni siquiera ganaba mucho, pero eso pasa cuando tienes mentalidad de pobreza: todo es consumo.
Pronto fue el cumpleaños de la mamá, entonces la chica se endeudó para regalarle un equipo de sonido. Dos enormes parlantes en la sala de su casa para que su mamá escuche música a todo volumen, pero ella endeuda. Con 19 años, pagando deudas. Luego hubo problemas en el trabajo, hubo reducción de personal, y a la calle: sin ahorros, sin trabajo y con deudas.
La realidad demuestra una cosa: tenemos que pensar en el futuro. Primero, no puedes creer que el sueldo siempre te va a alcanzar. Segundo, no puedes creer que el empleo es seguro. Tercero, tienes que convencerte de algo: si quieres vivir bien, debes aprender a utilizar el dinero. No importa si ahora ganas poco, lo importante es que estés convencido de que TIENES QUE HACER CAPITAL.
Ahorro, ahorro, ahorro. Ahorrar para invertir. Si quieres libertad tienes que ganártela: ¿cómo? Haciendo negocios. Así que, si ahora eres empleado, recuerda: el dinero que te pagan debe ser destinado a construir un activo, no a comprar lujos.
¿Quieres zapatillas nuevas? ¡Para después!
¿Quieres ropa de marcas costosas? ¡Para después!
¿Quieres darle buenos regalos a tu familia? ¡Para después!
Por ahora: HACER CAPITAL. INVERTIR. EDUCARTE. Es la consigna: pensar en el futuro, sembrar, poner nuestro dinero en un negocio, no en los lujos.
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